Claves para desarrollar la inteligencia conversacional

 Conversar es mucho más que un intercambio de palabras. La manera como nos expresamos, afecta directamente a las relaciones sociales y a la forma en que nos ven los demás. Mantener conversaciones fluidas ayuda a mejorar las relaciones.

 

Saber comunicar de forma adecuada depende de la llamada inteligencia conversacional. Dale Carnegie ya le concedía una gran importancia a esta capacidad. Para el autor, triunfar socialmente era sinónimo de tener éxito en todas las facetas de nuestra vida.

 



Las conversaciones son mucho más que palabras

 

Es posible que veamos las conversaciones como un mero intercambio de información; no obstante, el lenguaje nos sirve para construir nuestra percepción de la realidad. Los líderes de equipos de trabajo suelen ser poco conscientes del poder que tiene. Depende de cómo hablemos, podemos causar un efecto positivo o negativo en los demás y, a su vez, esto tiene repercusiones en las organizaciones.

 

Recientes investigaciones revelan que las conversaciones impactan e influyen en los demás construyendo su realidad: he ahí la necesidad de que sean sanas y fluidas. Cuando se mantienen conversaciones insanas se alimenta la desconfianza y el resentimiento. A nivel empresarial, eso se traduce en una disminución de la productividad y de la entrega por parte de los empleados. Con seguridad, dejan de aportar ideas beneficiosas para la compañía.

 

Por ejemplo, cuando se realiza una crítica de forma dura y sin delicadeza, las palabras tienen un efecto negativo y duradero. Pronunciar ciertas palabras provoca repercusiones muy serias para las relaciones y para el funcionamiento de una organización.

 

Visto el poder de las palabras, se hace aún más relevante el desarrollo de nuestra inteligencia conversacional. De ella va a depender la calidad de nuestras conversaciones y, por ende, de nuestras relaciones.

 

Las ventajas de la inteligencia conversacional

 

Cuando poseemos unas buenas habilidades conversacionales, disfrutamos de una serie de ventajas en nuestras relaciones. Los intercambios sociales, como todas las acciones de los humanos, provocan cambios químicos en el organismo. Se ha comprobado científicamente que las conversaciones estimulan la secreción de hormonas y de neurotransmisores. Asimismo, se originan nuevas conexiones nerviosas. De ahí la importancia de que nuestras palabras no hieran a los demás y de mantener diálogos fructíferos y de calidad.

 

Cuando somos sinceros con los demás y expresamos lo que sentimos, generamos confianza y afianzamos la relación. Según Dale Carnegie, el éxito de una organización depende de la solidez de las relaciones que sostienen sus miembros. Por tanto, las conversaciones sanas son la clave de su éxito.

 

La comunicación fluida en un equipo es esencial para que funcione.  El intercambio de impresiones sobre las necesidades de la organización es imprescindible en cada momento. Esta información permitirá a sus miembros tomar decisiones más acertadas.

 

¿Se puede desarrollar la inteligencia conversacional?

 

Cuando iniciamos una conversación, nos preparamos inconscientemente para este proceso. Nuestra mente utiliza todas sus habilidades dialécticas disponibles para salir victoriosos en las interacciones sociales. El éxito depende del desarrollo de estas capacidades sociales. Aquí es donde entra en juego la inteligencia conversacional.

 

Si trabajamos las habilidades conversacionales, estaremos más seguros a la hora de hablar con los demás, comprenderemos mejor el contexto del intercambio dialéctico y seremos más resolutivos en el intercambio de datos.

 

Cómo desarrollar la inteligencia conversacional

 

En los siguientes puntos, te mostramos diferentes caminos para desarrollar la inteligencia conversacional. Muchos de ellos ya fueron citados en la obra de Dale Carnegie.

 

#1. Palabras agradables para empezar

Cuando iniciamos una conversación, la mejor manera de que nos presten atención es empezar con unas palabras agradables. De esta manera, la otra persona se sentirá bien recibida y disminuirá su temor a ser rechazada. Esto último es esencial para que nuestro interlocutor no tome una actitud defensiva y de desconfianza. Estas primeras palabras, si son acertadas, provocan el aumento del nivel de oxitocina y una mayor vinculación emocional.

 

#2. Practica la escucha activa

A todos nos gusta que nos escuchen. Una de las formas de aumentar el nivel de inteligencia conversacional es aprender a prestar atención sin juzgar. Como líder, es importante escuchar con respeto lo que tenga que decir cada miembro del equipo.

 

Dale Carnegie decía al respecto: “Demuestra respeto por las opiniones ajenas, jamás digas a alguien que está equivocado”.

También es indicado realizar preguntas para descubrir cosas nuevas. Con ello, nos abrimos a la curiosidad mientras conocemos nuevas maneras de proceder.

 

#3. Refuerza los logros de los demás

Reforzar el logro de los demás es una de las claves para que las personas estén más receptivas a los mensajes que deseamos transmitirles. Con ello, demostramos a nuestro interlocutor que confiamos plenamente en él, y que le aceptamos. Esto provoca que él o ella también aumente de forma automática la confianza en nosotros. Así, la conversación fluye libremente, y aumentan las probabilidades de compartir proyectos de colaboración.

 

#4. Sitúate ‘en la misma onda’ que tu interlocutor

Estar ‘en la misma onda’ que el otro significa conectar con su mismo estado emocional. En otras palabras, sentir empatía. Las neuronas espejo son las responsables de este fenómeno.

 

Cuando nos vemos reflejados en los demás y viceversa, somos más capaces de observar el mundo desde distintas perspectivas. Esto causa un impacto positivo en las relaciones, ya que eleva la confianza y la apertura.

 

 

En definitiva, la inteligencia conversacional es la capacidad de conectar con los demás y de esta forma mejorar las relaciones sociales. Las habilidades conversacionales están conectadas con el deseo de confianza, de empatía y de aprender nuevas formas de observar el mundo.  

 

Los programas de Dale Carnegie están pensados para que desarrolles tu inteligencia conversacional.

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