5 citas de Dale Carnegie imprescindibles para empresarios

El valor más preciado de las organizaciones es el talento. Las personas son un factor clave de diferenciación y, en consecuencia, han de estar en el centro de cualquier política de desarrollo empresarial.



En la era del conocimiento, cada vez más tareas pueden ser automatizadas y llevadas a cabo por robots pero, de momento, el talento, la creatividad y la actitud continuarán siendo un capital humano insustituible.

 

Las personas, el motor de las empresas exitosas

 

#1. “Al tratar con personas, recuerda que no estas tratando con criaturas lógicas, sino con criaturas emocionales.”

A veces, nos perdemos en argumentos basados en la razón y en la lógica para convencer o vender. Nos olvidamos de que llegando al corazón de las personas es cómo nos las ganamos, y sólo conectando con sus emociones podemos abrir ese valioso canal de comunicación. Romper las barreras emocionales, apelar a nuestro lado más humano y aprovechar la inteligencia emocional son recursos clave para lograr que los demás saquen lo mejor de sí mismos.

 

#2. “Las acciones dicen más que las palabras, y una sonrisa expresa: ‘Me gustas. Me haces feliz. Me alegro de verte.”

Una sonrisa abre las puertas de las relaciones personales. Con una sonrisa nos aseguramos el hecho de comenzar una relación con buen pie y animamos a la otra persona a comunicarse con nosotros. Es sencillo y aplicable desde este mismo momento. Es universal: funciona en cualquier lugar del planeta. Es efectivo casi en el 100 por cien de las ocasiones y no cuesta dinero. ¿Qué ocurre entonces? ¿Por qué somos tan parcos a la hora de emplearlo? Ser amable no es sinónimo de ser débil. Recordémoslo.

 

#3. “Preocúpate más por tu carácter que por tu reputación. Tu carácter es lo que realmente eres, mientras que tu reputación es simplemente lo que los demás creen que eres.”

Lo que yo soy, puedo modificarlo. Lo que yo hago, sólo depende de mí. Cómo yo me muestro, lo elijo yo y nadie más. Por lo tanto, el desarrollo personal debe partir del interior de cada persona, de nuestros valores y de nuestros retos de mejora. Lo demás vendrá por añadidura. En el fondo, lo que piensen los demás es algo que no debe influir en nuestros objetivos personales. Sencillamente, porque podemos influir en ello, pero no podemos cambiarlo.

 

#4. “La mayoría de las cosas importantes en el mundo han sido realizadas por personas que lo han seguido intentando aun cuando parecía no haber ninguna esperanza.”

El tesón, la perseverancia y la resiliencia son cualidades indiscutibles para triunfar. Creer en nosotros mismos, en nuestra propia valía nos hace fuertes y nos empuja a avanzar. Muchas veces, la diferencia entre una persona y otra tan sólo se centra en esta virtud, la de la constancia. El camino para llegar al éxito es, con frecuencia, sinuoso. La capacidad para mantener alta la motivación y el entusiasmo son factores clave para no abandonar. ¿Y si ya sólo nos queda un paso más para llegar?

 

#5. "La persona exitosa se beneficiará de sus errores y volverá a intentarlo de otra manera."

Probar, probar y probar. El miedo sólo paraliza y no aporta crecimiento. Para aprender, hay que equivocarse. Para avanzar, a veces hay que retroceder. Y ésa es la forma en qué piensan los empresarios de éxito. No se dejan vencer por el miedo al fracaso, se equivocan y lo intentan de una nueva forma. Hasta que lo consiguen. Las oportunidades se muestran a quienes las saben reconocer. La experiencia no es una ciencia infusa. Las ideas sin acción, el pensar sin el hacer no lleva a ningún lugar.

 

Dale Carnegie es inspirador

Los principios de Dale Carnegie han inspirado a muchos empresarios. Su aplicación práctica nos guía para romper barreras en áreas como la venta, el liderazgo y las relaciones con las personas.

 

Pregúntanos y te explicaremos cómo Dale Carnegie puede ayudarte a crecer, como persona y como empresario.

 

 

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